La encrucijada del PP respecto a Cospedal se ha resuelto. Pablo Casado no había modificado su posición y este lunes ha sido la propia Cospedal la que ha renunciado a su cargo en el partido después de nuevos audios en los que la exministra pedía presuntamente al comisario Villarejo que espiara al hermano de Alfredo Pérez Rubalcaba. Eran un capítulo más en la polémica que asolaba Génova.

El secretario general, Teodoro García Egea, explicó que la actual dirección "no tiene nada que ver con estos hechos, que son del pasado". Además, añadió que la estructura "pseudopolicial" se creó en un Gobierno socialista y pide que la ministra Delgado tome nota y "deje el Consejo de Ministros".

No quiso aclarar Egea si Pablo Casado ha pedido a Cospedal que deje su escaño en el Congreso. "Me ciño a asuntos del partido y no cuestiones personales", sentenció en rueda de prensa.

Sobre las consecuencias que esto puede tener para el Partido Popular, el secretario general ha pedido que el PSOE y Podemos "no se atrevan a hablar de este asunto mientras la señora Delgado siga siendo ministra". La renuncia de Cospedal, esgrimió Egea, ha sido "de mutuo acuerdo" con el presidente Casado. De hecho, la dirección del PP contestó de forma rotunda a si se sienten cómodos compartiendo grupo parlamentario con la ex secretaria general: "Como no nos sentimos cómodos es compartiendo hemiciclo con Dolores Delgado". Añadió que "no nos molesta que esté en el grupo".

"Que los demás no tengan la osadía de dar lecciones, aunque con Iglesias y Sánchez  todo es posible", añadió. En cuanto a la presidencia de Cospedal en la comisión de Exteriores, desde la formación no han querido dar detalles de si el PP saldrá o no perjudicado. En este sentido, el número dos de Casado insistió varias veces en que la salida o no de Cospedal del Congreso es "una decisión de carácter personal".

Tampoco se ha querido posicionar Egea sobre si la labor del secretario general es recabar información. "María Dolores de Cospedal ya explicó todo en su momento y dijo que lo hizo por el bien del partido", se limitó a decir. Lo que sí quiso dejar claro es que "no nos vamos a desmarcar de los pilares de honestidad, trasparencia y rendición de cuentas que marcan a este partido".

Lanzó un dardo, además, a Albert Rivera sobre la senadora Pilar Barreiro, absuelta de un caso de corrupción. "El señor Rivera fue quien la acusó y ahora estaría bien que pidiera perdón, diría mucho de su talla política", añadió el secretario general.

Dentro de las reacciones a la dimisión de Cospedal, una de las más rotundas ha llegado desde el PSOE. El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, cree que la ex secretaria general del PP  debería renunciar a su escaño, porque sus "artimañas" contra distintas instituciones le hacen "muy difícil mantener una vida pública". 

En rueda de prensa, Ábalos ha dicho que la renuncia de Cospedal a su cargo en el Comité Ejecutivo del PP es un "gesto menor", con el que acepta su responsabilidad por haber "espiado a compañeros" de su partido, pero ha subrayado que ahora debe asumir "responsabilidades frente a la ciudadanía, la justicia, la política y las instituciones", cuyo trabajo ella "trataba de obstaculizar".

En respuesta al PP, que ha reclamado que la ministra de Justicia, María Dolores Delgado, haga como Cospedal y dimita también por sus conversaciones con el ex comisario Villarejo, Ábalos ha animado a los populares a que "contrasten" ambos casos y vean si realmente "están en condiciones de pedir una dimisión".